Lo abstracto y lo figurativo son dos lenguajes que han me han inspirado por mucho tiempo, dialogan entre sí, el uno se alimenta del otro para expresar un mundo intimista que atrae un sentir universal.

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Con mi obra expreso memorias de un mundo interior, un proceso de transformación que vivimos los seres humanos a lo largo de la vida. Trabajo con materiales orgánicos, cuero, tierra, cemento, madera, raíces, pétalos, como también con bronce, hierro y laminilla de oro y plata.

 

Viajé a Barcelona por 12 años con el pretexto de buscar nuevos horizontes con mi trabajo artístico, me acompañó el lenguaje de lo abstracto, pero la experiencia de estar fuera de Colombia movilizó lo innombrable y volvió aparecer el lenguaje de lo figurativo.

 

El recogimiento intimo al que nos invita el proceso de adaptación a una nueva cultura despertó la necesidad de darle forma tangible a la historia inherente que contiene lo abstracto. Viajar transformó la mirada, el sentir, la relación con el arte, la ubicación en el mundo, la relación con el otro y conmigo. La necesidad del regreso a Colombia en el 2010 cerró el círculo de éste viaje al volver al origen.

 

Hay 3 ejes importantes que atraviesan mi obra:

La relación con el otro: personajes de resina, cuero pergamino, cemento y tierra abrazados por raíces y laminilla de oro.

La relación con el mundo: pequeños personajes de bronce descubriendo espacios geográficos en el cuero.

La relación con el Ser: concavidades en cuero atravesadas por vidrio, bronce, madera e hilos.

 

Lo abstracto y lo figurativo, tienen diferentes lecturas, a veces es necesario lo intangible o lo tangible. Son dos lenguajes que se conjugan dependiendo del palpito personal.